lunes, 26 de octubre de 2009

Sin tregua


El malecón, la ría, pájaros, niños jugando, risas, gritos, ruidos de agua y brisa violenta, y éste afán de caminar. Caminar rompiendo el viento, caminar sin mirar para atrás. Seguir, sólo seguir sin parar.

El agua: Su inmensidad fundida entre dulce sal… tiempo de revivir y volver a morir. Lo que colinda, lo que atraviesa, lo que bordea, acaricia y retorna a su lindero original… Y las calles, las calles, tus calles, mis calles.

Tú, quedándote en los últimos encuentros. Sombras que pasan los portales, rostros que mutan con los días. Y luego ver todo lo que no está, que no vendrá, y que ya no existe.

Reconstruirnos, vida… eso es.

Esto es todo.

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