viernes, 29 de enero de 2010

Exhalación

El último refugio es la ternura.

Y aferrarse a ella con la desesperación que el niño busca el calor del pecho.

Esa es la única salida a la existencia.


Existir.

Seguir siendo.

Pasar la rabia.

Romper la costra gruesa y fría del pragmatismo.

Vivir más allá de las superaciones… refugiarse y llegar a lo profundo, confiado y desnudo hasta el suave refugio de lo imaginario. Imaginario amable… amante, amor, debilidad de fresca transparencia.

Ternura: La última existencia.

Aquella que queda sólo por dentro.

Aquella que se nutre del oxígeno que aun no ingresa. La que busca de la flama, ese vapor violeta, el menos resistente. La que ingresa en los sentidos rudos y recalcitrados para hacer que lloren sin consuelo pero honestamente… tierno, claro, sencillo, puro, pequeño: Inexistente. Pero cierto en ese espacio a donde nadie puede ingresar con las linternas del racional análisis.

El último suspiro más allá de lo que veo.

miércoles, 27 de enero de 2010

Ctomía


Y ésta profunda ausencia del querer y el desear, ésta lacerante vacuidad, e infinitamente dolorosa incapacidad de sentir... ésto era curarse?
Era éso?
Así debía quedar el delicado filamento de conciencia que aun me pasa la película de todo lo que voy dejando por los ojos, debilmente...
... y quiero, sí, quiero... "quiero" acabarlo definitivamente?
Es eso? Es realmente ésta renuncia a cualquier futuro más allá de ésta, mi soledad hermética... es eso estar curada?

Sí, es. Es toda ésta impotencia... porque el único camino que me queda ahora es el de las letras.
Es este. Es aquí, donde quizás, cuando me pase la anestesia, podré volver a existir.

Va!
Renuencia a lo sensible.
Levantarse e ir.
Y seguir.
"Pararse firme".
Romper el viento.
Y pasar dejando huella... pasar...
... aún sin ser yo misma la memoria de mi vida.

Te veo cada vez menos por todos los rincones, es cierto. Y aun así se escurren tus palabras en medio de todas las escenas, al cambiar cada toma, y más allá del fondo de luces que dibujó el de la lente y que nadie percibe, sólo tú... enseñándome tu magia... sigues siendo el hombre de mi vida. Vida. Aunque yo misma, ya no la posea.